Nací en Soria, pero a los 18 decidí volar y vivir en Madrid. Estudié Periodismo, trabajé en medios de comunicación, en una editorial, en una agencia de viajes… Me especialicé en comunicación y marketing. Pero un día, un poco por casualidad, empecé a escribir. Y entonces me di cuenta de que era eso lo que necesitaba. Y me empecé a preguntar dónde quería estar, cómo quería vivir, qué me hacía realmente feliz. Y a la vez que mi escritura cambiaba yo misma me transformaba. Por fin conseguía conectar con algo más profundo y auténtico. Y tras unos cuantos años de búsqueda y exploración personal, siempre de la mano de un grupo maravilloso de mujeres, surgió la idea de crear La Voz Interior. Y entonces los ojos me hicieron chiribitas al sentir que podía formar parte de algo distinto, creativo, revolucionario, alejado del sistema tradicional que tanto nos oprime.
Y mientras transitaba este camino, llegó a mi vida Luna, la preciosa niña que me hizo madre, y eso también cambió mi ecosistema de prioridades. Ahora sé mejor qué quiero para ella, cómo quiero acompañarla, y lo más importante: en qué tipo de mundo me gustaría que creciera. Y La Voz Interior se parece mucho a ese lugar. Un espacio libre, seguro y sin juicios en el que poder ser yo misma, donde prima la honestidad, los vínculos sanos, donde puedes sentir con fuerza el apoyo y respeto de la comunidad.
La vida me trajo hasta aquí, pero ahora mi versión más madura y consciente elige ser protagonista de esta aventura, que vivo con ilusión y muy buena compañía. Después de tantos años callada, rompo el silencio y elijo abrir mi corazón, sacar por fin mi voz y salir de nuevo al mundo para recorrerlo ahora con una nueva mirada, alineada con quien soy.